Manifiesto
vegetalista después de un incendio
- Felipe García Landín
Se incendió Gran
Canaria y de pronto descubrimos que también arde la madre tierra, desde Siberia
al corazón de África. Arde la Amazonia y ardió nuestro hogar, la siempre frágil
isla.Ahora es tiempo de lamentaciones, de propuestas reparadoras y de
concienciación social. Se quemó la cumbre y me acordé de Pedro Lezcano porque
nació un 17 de septiembre y queda un año para celebrar el centenario de su
nacimiento. Porque nuestro escritor amaba la naturaleza, sufría al ver cómo el
cemento y un mal entendido progreso iban consumiendo la isla. Comprometido
siempre con el paisaje advertía y denunciabaallá por los años setenta
del siglo pasado la irracional transformación del paisaje:
< de los
demás pueblos>>.
Pareceque hay un empeño
en acabar con el planeta, cada vez más azul y menos verde. La especie humana camina
hacia la desaparición según vienen advirtiendo diversos científicos y filósofos
como ToddMay que en un artículo en The
new York Times,“El fin de la humanidad: una mala y una buena noticia”,condensaba
el desastre con esta sentencia: <>. Sin
embargo los principales dirigentes mundialesdan la impresión de contribuir con
pasión y fruición a un funesto desenlace. “Ande yo caliente…y que arda el mundo”,
es la máxima de muchos irresponsables cuando no delincuentes. Ojalá todos
aprendamos algo de estos hechos terribles y tomemos conciencia de la
importancia de un desarrollo sostenible que respete la biodiversidad porque el cambio climático -- según todas las
evidencias científicas-- no es una ficción, aunque la literatura ha recogido
estos temas y, en ocasiones, se ha adelantado a la realidad al presentar
sociedades distópicas en un futuro que desgraciadamente ya está aquí. Solo unos
ejemplos de lecturas recomendables: Waldeno
La Vida en los Bosques (1854) esun diariodel naturalista Henri David Thoreau, que narra susdos años y
dos meses viviendo en medio de la naturaleza salvaje como un hombre libre
frente a la sociedad industrial; La
ciudad de madera (1873),un cuento de
Alphonse Daudetque refleja la destrucción de los bosques en aras del progreso y
el bienestar y la posterior venganza de los árboles que todavía quedan en pie; unanovela distópica de 2006 escrita por
Cormac McCarthy,La carretera, que narra
la historia de un padre y su hijo que intentan sobrevivir a un reciente
holocausto nuclear viajando hacia el sur en busca del mar mientras huyen de un
paisaje muerto y fantasmagórico amenazados por bandas de caníbales.
El último ejemplo es una narración que Pedro Lezcano
escribió en 1968 con el título Manifiesto
Vegetalista y años después lo editaría comoLa rebelión de los Vegetales.Nuestro escritor nunca entendió esa
altanería y desprecio del ser humano hacia el resto de los seres vivos. Toda su
obra está impregnada del amor a los animales, los árboles y al mar. Es además
muy consciente de que para proteger la vida es necesaria la paz pues solo así
se podrá mantener el equilibriode los recursos naturales del planeta. En La rebelión de los vegetalesel escritor
es secuestrado y amenazado de muerte por los árboles que se han rebeladoante la
tiranía de los hombres que, sistemáticamente, maltratan el mundo vegetal
poniendoen peligro el planeta Tierra. Necesitan de la convicción del escritor y de su pluma para redactar el manifiesto que evite el desastre
inminente que no es otro que un plan de ataque a los humanos por parte de los
vegetales:
<<1 2="" 3="" aguas="" al="" alevosamente.="" asimismo="" autointoxicaci="" bacterias="" cleos="" comandos="" consume="" de="" defecando="" destruidas="" dica="" diosa="" dr.="" el="" en="" enemigo="" envenenamiento="" es="" especializados="" fleming="" ha="" hay="" hongo="" humanidad="" imp="" invasi="" la="" las="" liquidar="" llamadas="" lo="" los="" maldiciendo="" mediante="" medicinales.="" n="" no="" orea="" para="" pas="" penicilliumnotatum="" peor="" pisando="" plantas="" potables="" que="" remedio="" repudiando="" se="" semillas="" ser="" siglos="" sistem="" solubles.="" tantos="" tica="" tierra="" todas="" traidor="" urbanos.="" vegetales="" vuestra="" y="">>. 1>
Finalmente el escritor,
cuando comprende esto, se compromete a redactar un manifiesto para darlo a
conocer a la humanidad y se lo comunica a los árboles:
<< ¿No sabéis que el olivo es
nuestro emblema de la paz y que su aceite derramado enla mar calma las
tempestades? Me habéis enseñado muchas cosas [...] Amaré la tierra desde ahora y admiraré
vuestra fórmula sabia de volar sinsoltar las raíces, de cantar en el cielo
abrazando la tierra. Escribiré en el manifiesto todolo escuchado esta noche, y
os prometo que habré de mostrarlo a los
hombres[...] Les
pediré en vuestro nombre que la diosa Tierra sea glorificada y no fríamente
explotada, que alguna vez duerman sobre la hierba, que interrumpan susnegocios
para escuchar vuestro lenguaje en el viento, que os comprendan como ahora oscomprendo
yo>>.
No sé si la literatura
es un consuelo o una ayuda banal cuando una parte importante de la isla ha sido
calcinada con todo lo que esto implica para las personas, los animales y los
vegetales pero sí estoy seguro de que leer estos relatos, y otros, puede
suponer tomar conciencia y sensibilizarnos sobre estos temas. Ojalá que cada
vez que nos adentremos en un bosque llevemos en la mochila estas palabras y
algunas de estas historias.
Septiembre 2019
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