Caldera de Bandama, Campo de Golf y hotel Bandama
La recuperación de la antigua excursión promovida por el turismo decimonónico de la “Vuelta al Mundo” se podría convertir, redefinida, en el medio vehicular de promoción y dinamización de Monte Park, tanto orientada a la población local como al turismo residente en la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria, pero también a los turistas alojados en el sur de la isla. Para estos últimos podría funcionar, además, como expositor de sus recursos para captar futuros turistas que eligieran El Monte como destino en futuras estancias.
De las jornadas:
“Presente y futuro del poblado troglodita de la Atalaya”.les ofrecemos la ponencia de María
Del Pino Rodríguez Socorro. Profesora Asociada de la Universidad de
Las Palmas de Gran Canaria. Departamento de Geografía. Máster
internacional en turismo.
MONTE
PARK, UN
PRODUCTO TURÍSTICO SOSTENIBLE E INNOVADOR DE DESARROLLO LOCAL Y
EMPRESARIAL
María
del Pino Rodríguez Socorro
mpino.rodriguez@ulpgc.es
Profesora
Asociada de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria.
Departamento de Geografía. Imparte docencia en el Máster de
Patrimonio Histórico, Natural y Cultural de la ULPGC. Ha impartido
docencia en el máster de Desarrollo Integral de Destinos Turísticos
de la ULPGC. Ha trabajado como Agente de Desarrollo Local y ha
publicado diversos artículos y libros sobre turismo, relacionados
con los recursos territoriales turísticos y la historia del turismo.
Miembro permanente, no docente, adscrita al grupo de investigación
TIDES-Ordenación del Territorio-Turismo Responsable de la ULPGC.
Antonio
Santana Santana
antonio.santana@ulpgc.es
Profesor
Titular de Universidad de La Universidad de Las Palmas de Gran
Canaria. Departamento de Geografía. Ha impartido docencia en los
másteres de Desarrollo Integral de Destinos Turísticos y en
Dirección y Planificación del Turismo de la ULPGC. Ha publicado
diversos artículos y libros sobre turismo, relacionados con los
recursos territoriales turísticos, historia y geografía del
turismo.
Resumen:
El turismo sostenible debe destacar los valores propios de un
territorio y el carácter auténtico del destino. Se responde así a
una demanda de búsqueda de experiencias por parte del visitante que
busca participar en actividades singulares y diferenciadas. Monte
Park, como clúster empresarial, pretende recuperar una marca
turística y una comarca territorial a partir de la puesta en valor
de los recursos naturales y culturales que le caracterizan. Dicha
recuperación supone mantener una cultura y una identidad natural,
convirtiendo a este territorio en un producto único y con una
tipología diferenciada.
Abstract:
Sustainable tourism should emphasize the
values of a territory and the authentic character of the destination.
They are a response to a search request from the visitor experiences
are looking for unique and differentiated participate in activities.
Monte Park, as a business cluster aims to recover a tourism brand and
a territorial region from the enhancement of natural and cultural
resources that characterize it. That recovery requires a culture and
a natural identity, making this territory a unique product with a
differentiated type.
Palabras
claves: Destino genuino, producto experiencial, identidad, clúster
empresarial, sostenibilidad, comarca con estatus.
Keywords:
Genuine destination, experiential product,
identity, business cluster, sustainability, region with status.
I.
COMPETITIVIDAD E INNOVACIÓN EN LOS DESTINOS TURÍSTICOS MADUROS
.
II.
COMPETITIVIDAD E INNOVACIÓN EN TURISMO RURAL
El Monte Lentiscal cuenta aún hoy con numerosos y muy
valiosos recursos para intentar recuperarlo como destino con estatus
diferenciado dentro del mercado canario. Por ello, creemos que es
absolutamente necesario repensar la actividad turística de esta
comarca con el diseño de un nuevo producto orientado a recuperar,
revalorizar e integrar un espacio como El Monte Lentiscal, de
indudables y ricos valores intrínsecos, naturales y culturales,
tangibles e intangibles. La oportunidad de este replanteamiento es
mayor si tenemos en cuenta que a la isla de Gran Canaria acuden
visitantes atraídos por el deseo de disfrutar de las condiciones
naturales y de la cultura tradicional que la singulariza en el
contexto del Archipiélago Canario, pero que sin embargo no ven
satisfechas sus expectativas (Medina Muñoz, D., 2008). Hablamos de
una tipología turística diferenciada del turismo de masas que las
condiciones territoriales de El Monte Lentiscal hacen viable: paisaje
rural vivo, elevados valores, posibilidad de una oferta reducida al
margen de un turismo congestionado, recursos empresariales y humanos
más que suficientes en un contexto de espacio natural protegido,
como son las favorables condiciones que crean las figuras de
protección de Paisaje Protegido de Tafira y el Monumento
Natural de Bandama, parcialmente afectados por la red Natura 2000
(Lugar de Importancia Comunitaria de Bandama).
III.
EL MONTE LENTISCAL, UNA COMARCA GRAN CANARIA DE LARGA TRADICIÓN
TURÍSTICA
El
Monte Lentiscal ocupó un lugar destacado como destino turístico
desde los mismos inicios de la actividad en las Islas Canarias a
mediados del siglo XIX (Santana y Rodríguez, 2006). En él se
concentraron varios hoteles y su paisaje se convirtió en uno de sus
principales atractivos, especialmente por la existencia del volcán y
la caldera de Bandama, el paisaje de la vid y la elaboración de
vinos, y el poblado troglodita-alfarero de La Atalaya. La
contemplación del volcán y de la caldera de Bandama y la visita al
pago troglodita de La Atalaya, donde se confeccionaba una cerámica
rudimentaria a mano y sin torno, se convirtieron en los dos
principales atractivos de esta comarca. El paisaje del vino, con sus
viñedos y lagares, la proliferación de viviendas de calidad
rodeadas de jardines y su clima también fueron atractivos
turísticos. La visita a estos lugares dio lugar a la primera
excursión turística organizada en Gran Canaria, conocida como “la
vuelta al mundo”.
La
apertura del Quiney´s Bella Vista Hotel en 1894, al que le
siguieron el Hotel Santa Brígida en 1898 y otras instalaciones más
modestas, como las pensiones de Los Frailes, Victoria y la Fonda de
Tafira, marcó el inicio del turismo en El Monte Lentiscal que se
prolongó hasta 1965, con la excepción de la crisis del período de
entreguerras (1914 - 1945). Pero, a partir de mediados de los años
sesenta del siglo XX, paralelamente al desarrollo del proyecto
turístico Maspalomas Costa Canaria, El Monte Lentiscal perdió
interés para el turismo.
Sin
embargo, a pesar de su decadencia como destino turístico, aún hoy
este emblemático espacio conserva muchos de los elementos tangibles
de su pasado turístico, como el Mirador de Bandama, recientemente
rehabilitado por el Cabildo, el Hotel Santa Brígida, el Restaurante
Bentayga, el Centro Locero de La Atalaya, el Campo de Golf, los
viñedos, los lagares y las bodegas (Bodega San Juan, Bodega de la
familia Flick, Bodegón Vandama), arquitecturas singulares, o la
residencia de verano de Benito Pérez Galdós, a los que se suman
otros de más recientes creación, que permiten articular un destino
con estatus, Monte Park, que cuenta además con unos recursos
intangibles incomparables, como son una extensa producción
científica específica vinculada con el volcán, la actividad locera
y la cultura vitivinícola, y un amplio repertorio de textos
descriptivos y experienciales de viajeros (Santana et al.,
2010).
IV.
EL CLÚSTER COMARCAL “MONTE PARK”
Nuestra
vinculación académica con El Monte Lentiscal se inició con la
realización de la Memoria de Fin de Máster del Máster
Internacional en Turismo de la Universidad de Las Palmas de Gran
Canaria (Rodríguez Socorro, 2000) y con la tesis doctoral
(Rodríguez Socorro, 2004), y se enriqueció mediante el contacto
directo con la zona a través del trabajo profesional desarrollado en
la Agencia de Desarrollo Local de Santa Brígida (Rodríguez Socorro,
entre 1994-2002 y 2009-2011), que nos permitieron avanzar en el
conocimiento de los valores de la comarca, y se amplió con la
publicación de varios trabajos realizados conjuntamente a lo largo
de varios años (ver bibliografía). A través de este prolongado
contacto reconocimos y aprendimos a valorar la larga tradición
turística de la zona, y asumimos la necesidad y el empeño personal
por recuperar su tradición turística, que encontró un contexto de
referencia favorable a partir de la elaboración de un Proyecto
Empresarial titulado “Plan Empresarial. Monte Park” (Rodríguez
Socorro, 2012-2013), redactado como culminación de la realización
de dos cursos organizados por la Sociedad de Promoción Económica de
Gran Canaria-Cabildo de Gran Canaria, titulados “Turismo de Salud y
Bienestar” y “Turismo de Naturaleza”, tutorizado por Vicente
Chacón, que hiciera viable y factible su recuperación.
Nuestra
propuesta pretende ser una alternativa de desarrollo local y persigue
poner en valor recursos que en la actualidad están infrautilizados
pero que, sin embargo, cuentan con un gran valor intrínseco, ya que
integran naturaleza (el volcán y la caldera de Bandama), etnografía
(el pago alfarero de La Atalaya) y paisaje y cultura (paisaje del
vino, gastronomía, arquitecturas emblemáticas) a partir de la
creación de la marca Monte Park, basada en el desarrollo
sostenible, a partir de la puesta en valor de los recursos naturales
y culturales que caracterizan este espacio y que haría partícipes a
los agentes económicos y sociales que lo habitan y a las
administraciones con competencia en la materia.
Pretende
ser un oferta turística de calidad que se ofrece como una
alternativa integrada y sostenible de desarrollo local y empresarial,
capaz de articular y de dar sentido a diversas acciones públicas y
privadas que, de forma individual, se han ejecutado, están en fase
de ejecución o que se desarrollarían en el futuro al amparo de la
marca Monte Park, que permita la reactivación de la actividad
económica comarcal a partir de una relación directa con el
empresariado local. El desarrollo económico de la zona debe enlazar
el potencial turístico con un sector servicios bien estructurado y
una actividad comercial de calidad, diversificada y diferenciada con
el fin de atraer nuevos segmentos de la demanda; que utilice las
nuevas tecnologías como canal de información, promoción y
comercialización del destino, y que busque la fidelización del
cliente.
La
propuesta va dirigida inicialmente a captar la atención tanto del
turista potencial del medio rural que visita Gran Canaria como del
demandante local de excursiones temáticas de alto contenido natural
y cultural. Ésta es una tipología turística bien diferenciada que
fomenta una actividad turística característica y de calidad, en el
marco de un turismo sostenible, en el que la conciencia ecológica y
la puesta en valor de los recursos patrimoniales tangibles e
intangibles, y científicos, que identifican al Monte Lentiscal, se
conviertan en los verdaderos protagonistas.
A
diferencia de las grandes aglomeraciones urbanas donde impera lo
artificial, este tipo de comunidades poseen características sociales
y culturales más armónicas, cargadas de datos donde la figura
humana y sus experiencias vivenciales son el eje central. De esta
forma, parece más coherente que los elementos intangibles puedan ser
tomados en consideración en el momento de definir cuáles son los
lugares que tienen más significado para representar el verdadero
patrimonio cultural de la comunidad. El ser humano, con su modo y
estilo de vida propios, sus diferencias culturales y sociales,
circunscrito a su entorno natural es quien caracteriza dicho
patrimonio representativo por su propia esencia. Por todo ello,
resulta fundamental la participación activa de la comunidad
(empresas, administración pública, etc.) desde el comienzo de la
planificación de un determinado ámbito territorial como destino
turístico, a través de la colaboración técnica y económica.
Partiendo
de estos principios se conforma la idea de articular el proyecto
empresarial Monte Park, ya esbozado en trabajos anteriores
(Rodríguez Socorro, 2004; y Santana Santana, y Rodríguez Socorro,
2006) y que se encuentra aún en fase embrionaria. Surge así la idea
inicial de conformar el clúster comarcal Monte Park,
constituido hasta el momento por una agrupación de empresarios que
buscan dinamizar el área temática del Monte Lentiscal como lugar de
visita y de disfrute de todos sus servicios, integrado en su momento
por el Hotel Escuela Santa Brígida y el Restaurante Bentayga, que
adquieren una relevancia destacada en el proyecto, el Bandama Golf
Hotel, el Restaurante, Bodegón y Hotel Rural El Mondalón y el
Bodegón Vandama, al que sin duda deberían sumarse otras empresas
locales y el propio ayuntamiento. Este clúster empresarial debería
orientarse a recuperar, revalorizar e integrar un espacio con
recursos infravalorados, pero de indudables valores intrínsecos,
puestos al servicio de aquellos visitantes que acuden atraídos por
el deseo de disfrutar de las condiciones naturales y de la cultura
tradicional que lo singulariza. Su misión sería la de prestar un
servicio a través de un producto específico (oferta gastronómica y
alojativa, turismo activo, talleres, etc.) en un paisaje donde sus
principales atractivos, especialmente el volcán y la caldera de
Bandama, el paisaje vitivinícola y el poblado troglodita alfarero de
La Atalaya, generan un contexto favorable. Todo ello permitiría,
además, rescatar y poner en escena la que se convirtió en la
primera excursión turística organizada en Gran Canaria, conocida
como “la vuelta al mundo” que, partiendo de la ciudad de Las
Palmas, y tras visitar el Museo Canario, se dirigía a La Atalaya,
Bandama, las bodegas de El Monte y que incluía una parada en el
Restaurante Bentayga y el Hotel Santa Brígida. De ella B. Melland,
en 1897, resaltaba que “nadie que desembarque en Las Palmas por una
horas debería perderse el coger un carruaje (cuesta 10s para 4 ó 5
personas) y darse una vuelta hasta el Monte y parar en el hotel
[Santa Brígida]. Un almuerzo especial será servido para las
visitantes” (Melland, 1897). Monte Park pretende recuperar
esa imagen turística impulsada por los británicos en el siglo XIX,
a través de un producto sostenible de gran valor socio económico no
sólo para el municipio de Santa Brígida sino también para la
totalidad de la isla de Gran Canaria.
El
potencial turístico que ofrece Monte Park en la actualidad
proporciona diversas vías de interpretación que van desde la
recuperación de las antiguas formas de comprender el turismo, la
recuperación de la gastronomía y de su valor como enclave
científico, hasta la adaptación a las nuevas demandas con la puesta
en marcha de un proyecto global de desarrollo sostenible de su
paisaje. Estas nuevas demandas se han de completar con servicios y
ofertas turísticas relevantes, siempre acordes a las condiciones que
aporta el territorio. Se trata, por tanto, de potenciar y
promocionar:
-La
oferta turística reducida, individual o de muy pequeños colectivos;
-La
utilización de pequeñas infraestructuras, preferiblemente ligadas a
espacios naturales de valor ecológico;
-El
desarrollo de una alternativa turística que contribuya a sostener
los recursos naturales y culturales;
-La
oferta que revitalice social y económicamente, valorando la
convivencia con las formas de vida y las tradiciones, y
-La
oferta de alojamiento y de servicios a través de una gestión local.
Somos
conscientes de las riquezas y fortalezas de la zona y su puesta en
valor como nuevo producto orientado a recuperar, revalorizar e
integrar un espacio con recursos infravalorados hasta el momento,
pero de indudables valores intrínsecos (clima excelente, paisaje
volcánico diferenciado, cultura vinculada a la actividad
vitivinícola junto a un espacio natural rico en especies
significativas) destinados a aquellos visitantes que acuden atraídos
por el deseo de disfrutar de las condiciones naturales y de la
cultura tradicional que lo singulariza. Aunque sin duda lo más
importante es conseguir que visitantes internacionales, que en su
primer viaje visitan principalmente el sur de la isla, en sus
siguientes viajes se conviertan en clientes, mediante una gestión
eficaz del destino, ofertando inicialmente rutas como vehículo para
captar turistas en destino que den a conocer y pongan en valor la
comarca temática.
.....
V. LA RUTA TEMÁTICA MONTE LENTISCAL
La
recuperación de la antigua excursión promovida por el turismo
decimonónico de la “Vuelta al Mundo” se podría convertir,
redefinida, en el medio vehicular de promoción y dinamización de
Monte Park, tanto orientada a la población local como al
turismo residente en la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria, pero
también a los turistas alojados en el sur de la isla. Para estos
últimos podría funcionar, además, como expositor de sus recursos
para captar futuros turistas que eligieran El Monte como destino en
futuras estancias.
La
esencia de la ruta sería la misma: el Volcán y la Cadera de
Bandama, los viñedos, los lagares y el vino, y la restauración,
pero con una orientación más elaborada con el diseño de cuatro
rutas temáticas. En concreto, proponemos la enoruta, la etnoruta, la
bioruta y la georuta, a la que se añadiría el golf experience,
con visita guiada por el interior del Monte Park, con el
propósito de estimular un desarrollo sostenible a partir de la
puesta en valor de los recursos naturales y culturales, con el diseño
de talleres específicos, que caracterizan este espacio, haciendo
partícipes a los agentes económicos y sociales que lo habitan.
En
el mercado al que va dirigida, se constata un mayor interés por
buscar la autenticidad del destino, el reencuentro con los valores
sociales tradicionales y la calidad medioambiental. El turista actual
fija con mayor frecuencia un objetivo muy bien definido para su
tiempo de vacaciones y el disfrute de su tiempo de ocio.
La
propuesta y, como consecuencia, el desarrollo y puesta en marcha del
itinerario pretende revertir en la comunidad de dos formas: por un
lado, colaborando a la no desaparición de elementos tan importantes
como son la cultura alfarera propia del pago de La Atalaya, el Monte
Lentiscal como residencia de verano, el volcán de Bandama con sus
característicos vinos y el aire puro de las medianías (tan
apreciado por los científicos del s. XIX catalogándolo como el
mejor clima del mundo) y, por otro lado, contribuir a mitigar los
desequilibrios económicos y sociales producidos por el abandono de
la actividad artesana de la elaboración de la loza, puesto que se
trata de un itinerario marcado con un tema representativo de la
identidad local, favoreciendo un sentimiento anclado en la memoria
colectiva.
Este
producto va especialmente dirigido a aquellos turistas y visitantes
que eligen la isla como lugar de descanso, motivados, con frecuencia,
por su implicación con la cultura local, teniendo como “actores
principales” a la propia población local. En este sentido, el
medio físico ambiental es parte del atractivo. Por ejemplo, el
itinerario que se propone dentro de lo que es el poblado artesanal de
casas cuevas en La Atalaya, mantiene el atractivo que motiva la
visita de los turistas puesto que el diseño del mismo garantiza la
preservación y conservación del patrimonio significativo de la
zona.
CONCLUSIONES
El
desarrollo económico de Monte Park debe enlazar el potencial
turístico con un sector servicios bien estructurado y una actividad
comercial de calidad, diversificada y diferenciada con el fin de
atraer nuevos segmentos de la demanda; que utilice las nuevas
tecnologías como canal de información, promoción y
comercialización del destino; y que busque la fidelización del
cliente.
Muchos
son los elementos que hacen de nuestro producto ser una apuesta
diferenciadora. El simple hecho del papel que ejerce el rescate de la
identidad local a través de la puesta en valor de elementos tales
como especies vegetales propios del antiguo bosque lentiscal, el
contacto directo con elementos vivos de la cultura prehispánica
existente en el lugar o elementos sensoriales como el olor del
interior de una casa cueva o el sonido que se emite al pisar suelo
volcánico, hacen del servicio y producto que ofertamos, algo
diferente.
Figura
además, la gran oportunidad de dinamización socioeconómica que
existe con la puesta en marcha de productos de este estilo donde el
fin último y primordial es la puesta en valor de la idiosincrasia
del paisaje y la cultura del interior de la isla. Al mismo tiempo, se
potenciará la vuelta a actividades primarias tradicionales,
imprescindibles para la recuperación y conservación del paisaje.
En
contraposición surgen las debilidades y amenazas existentes, como
puede ser el deterioro y abandono de determinadas áreas y su
correspondiente paisaje. En este sentido el sector de la alfarería
ha sido el más castigado, relegándose la producción y la
actividad, a pequeños resquicios en familias muy concretas. Como
consecuencia de ello, existe un olvido generalizado por parte de la
población joven, ya que no está presente ni siquiera en su propia
educación, de la idiosincrasia del lugar y que fue puesta en valor
por los viajeros, exploradores y curiosos decimonónicos,
posicionando el Monte Lentiscal como punto turístico de primer
orden, en prácticamente todo el mundo. Finalmente, destacar el
deterioro existente entre la variada y diversa infraestructura ligada
al sector primario, como son los lagares y bodegas vinculados al
cráter de Bandama. Tras el análisis realizado para detectar las
ventajas e inconvenientes de posicionar el producto, llegamos a la
conclusión que Monte Park redescubre y pone en valor la
primera excursión organizada que existió en la isla, volviendo a
colocar al interior de la isla en punto neurálgico de un turismo
sostenible acorde a las demandas medioambientales actuales.
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