lunes, 8 de febrero de 2016

MONTE PARK, UN PRODUCTO TURÍSTICO SOSTENIBLE E INNOVADOR .

Caldera de Bandama, Campo de Golf y hotel Bandama

La recuperación de la antigua excursión promovida por el turismo decimonónico de la “Vuelta al Mundo” se podría convertir, redefinida, en el medio vehicular de promoción y dinamización de Monte Park, tanto orientada a la población local como al turismo residente en la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria, pero también a los turistas alojados en el sur de la isla. Para estos últimos podría funcionar, además, como expositor de sus recursos para captar futuros turistas que eligieran El Monte como destino en futuras estancias.

De las jornadas: “Presente y futuro del poblado troglodita de la Atalaya”.les ofrecemos la ponencia de María Del Pino Rodríguez Socorro. Profesora Asociada de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria. Departamento de Geografía. Máster internacional en turismo.


MONTE PARK, UN PRODUCTO TURÍSTICO SOSTENIBLE E INNOVADOR DE DESARROLLO LOCAL Y EMPRESARIAL






María del Pino Rodríguez Socorro
mpino.rodriguez@ulpgc.es

Profesora Asociada de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria. Departamento de Geografía. Imparte docencia en el Máster de Patrimonio Histórico, Natural y Cultural de la ULPGC. Ha impartido docencia en el máster de Desarrollo Integral de Destinos Turísticos de la ULPGC. Ha trabajado como Agente de Desarrollo Local y ha publicado diversos artículos y libros sobre turismo, relacionados con los recursos territoriales turísticos y la historia del turismo. Miembro permanente, no docente, adscrita al grupo de investigación TIDES-Ordenación del Territorio-Turismo Responsable de la ULPGC.
Antonio Santana Santana
antonio.santana@ulpgc.es
Profesor Titular de Universidad de La Universidad de Las Palmas de Gran Canaria. Departamento de Geografía. Ha impartido docencia en los másteres de Desarrollo Integral de Destinos Turísticos y en Dirección y Planificación del Turismo de la ULPGC. Ha publicado diversos artículos y libros sobre turismo, relacionados con los recursos territoriales turísticos, historia y geografía del turismo.
Resumen: El turismo sostenible debe destacar los valores propios de un territorio y el carácter auténtico del destino. Se responde así a una demanda de búsqueda de experiencias por parte del visitante que busca participar en actividades singulares y diferenciadas. Monte Park, como clúster empresarial, pretende recuperar una marca turística y una comarca territorial a partir de la puesta en valor de los recursos naturales y culturales que le caracterizan. Dicha recuperación supone mantener una cultura y una identidad natural, convirtiendo a este territorio en un producto único y con una tipología diferenciada.
Abstract: Sustainable tourism should emphasize the values of a territory and the authentic character of the destination. They are a response to a search request from the visitor experiences are looking for unique and differentiated participate in activities. Monte Park, as a business cluster aims to recover a tourism brand and a territorial region from the enhancement of natural and cultural resources that characterize it. That recovery requires a culture and a natural identity, making this territory a unique product with a differentiated type.
Palabras claves: Destino genuino, producto experiencial, identidad, clúster empresarial, sostenibilidad, comarca con estatus.
Keywords: Genuine destination, experiential product, identity, business cluster, sustainability, region with status.


I. COMPETITIVIDAD E INNOVACIÓN EN LOS DESTINOS TURÍSTICOS MADUROS
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II. COMPETITIVIDAD E INNOVACIÓN EN TURISMO RURAL
El Monte Lentiscal cuenta aún hoy con numerosos y muy valiosos recursos para intentar recuperarlo como destino con estatus diferenciado dentro del mercado canario. Por ello, creemos que es absolutamente necesario repensar la actividad turística de esta comarca con el diseño de un nuevo producto orientado a recuperar, revalorizar e integrar un espacio como El Monte Lentiscal, de indudables y ricos valores intrínsecos, naturales y culturales, tangibles e intangibles. La oportunidad de este replanteamiento es mayor si tenemos en cuenta que a la isla de Gran Canaria acuden visitantes atraídos por el deseo de disfrutar de las condiciones naturales y de la cultura tradicional que la singulariza en el contexto del Archipiélago Canario, pero que sin embargo no ven satisfechas sus expectativas (Medina Muñoz, D., 2008). Hablamos de una tipología turística diferenciada del turismo de masas que las condiciones territoriales de El Monte Lentiscal hacen viable: paisaje rural vivo, elevados valores, posibilidad de una oferta reducida al margen de un turismo congestionado, recursos empresariales y humanos más que suficientes en un contexto de espacio natural protegido, como son las favorables condiciones que crean las figuras de protección de Paisaje Protegido de Tafira y el Monumento Natural de Bandama, parcialmente afectados por la red Natura 2000 (Lugar de Importancia Comunitaria de Bandama).




III. EL MONTE LENTISCAL, UNA COMARCA GRAN CANARIA DE LARGA TRADICIÓN TURÍSTICA
El Monte Lentiscal ocupó un lugar destacado como destino turístico desde los mismos inicios de la actividad en las Islas Canarias a mediados del siglo XIX (Santana y Rodríguez, 2006). En él se concentraron varios hoteles y su paisaje se convirtió en uno de sus principales atractivos, especialmente por la existencia del volcán y la caldera de Bandama, el paisaje de la vid y la elaboración de vinos, y el poblado troglodita-alfarero de La Atalaya. La contemplación del volcán y de la caldera de Bandama y la visita al pago troglodita de La Atalaya, donde se confeccionaba una cerámica rudimentaria a mano y sin torno, se convirtieron en los dos principales atractivos de esta comarca. El paisaje del vino, con sus viñedos y lagares, la proliferación de viviendas de calidad rodeadas de jardines y su clima también fueron atractivos turísticos. La visita a estos lugares dio lugar a la primera excursión turística organizada en Gran Canaria, conocida como “la vuelta al mundo”.
La apertura del Quiney´s Bella Vista Hotel en 1894, al que le siguieron el Hotel Santa Brígida en 1898 y otras instalaciones más modestas, como las pensiones de Los Frailes, Victoria y la Fonda de Tafira, marcó el inicio del turismo en El Monte Lentiscal que se prolongó hasta 1965, con la excepción de la crisis del período de entreguerras (1914 - 1945). Pero, a partir de mediados de los años sesenta del siglo XX, paralelamente al desarrollo del proyecto turístico Maspalomas Costa Canaria, El Monte Lentiscal perdió interés para el turismo.
Sin embargo, a pesar de su decadencia como destino turístico, aún hoy este emblemático espacio conserva muchos de los elementos tangibles de su pasado turístico, como el Mirador de Bandama, recientemente rehabilitado por el Cabildo, el Hotel Santa Brígida, el Restaurante Bentayga, el Centro Locero de La Atalaya, el Campo de Golf, los viñedos, los lagares y las bodegas (Bodega San Juan, Bodega de la familia Flick, Bodegón Vandama), arquitecturas singulares, o la residencia de verano de Benito Pérez Galdós, a los que se suman otros de más recientes creación, que permiten articular un destino con estatus, Monte Park, que cuenta además con unos recursos intangibles incomparables, como son una extensa producción científica específica vinculada con el volcán, la actividad locera y la cultura vitivinícola, y un amplio repertorio de textos descriptivos y experienciales de viajeros (Santana et al., 2010).
IV. EL CLÚSTER COMARCAL “MONTE PARK”
Nuestra vinculación académica con El Monte Lentiscal se inició con la realización de la Memoria de Fin de Máster del Máster Internacional en Turismo de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (Rodríguez Socorro, 2000) y con la tesis doctoral (Rodríguez Socorro, 2004), y se enriqueció mediante el contacto directo con la zona a través del trabajo profesional desarrollado en la Agencia de Desarrollo Local de Santa Brígida (Rodríguez Socorro, entre 1994-2002 y 2009-2011), que nos permitieron avanzar en el conocimiento de los valores de la comarca, y se amplió con la publicación de varios trabajos realizados conjuntamente a lo largo de varios años (ver bibliografía). A través de este prolongado contacto reconocimos y aprendimos a valorar la larga tradición turística de la zona, y asumimos la necesidad y el empeño personal por recuperar su tradición turística, que encontró un contexto de referencia favorable a partir de la elaboración de un Proyecto Empresarial titulado “Plan Empresarial. Monte Park” (Rodríguez Socorro, 2012-2013), redactado como culminación de la realización de dos cursos organizados por la Sociedad de Promoción Económica de Gran Canaria-Cabildo de Gran Canaria, titulados “Turismo de Salud y Bienestar” y “Turismo de Naturaleza”, tutorizado por Vicente Chacón, que hiciera viable y factible su recuperación.
Nuestra propuesta pretende ser una alternativa de desarrollo local y persigue poner en valor recursos que en la actualidad están infrautilizados pero que, sin embargo, cuentan con un gran valor intrínseco, ya que integran naturaleza (el volcán y la caldera de Bandama), etnografía (el pago alfarero de La Atalaya) y paisaje y cultura (paisaje del vino, gastronomía, arquitecturas emblemáticas) a partir de la creación de la marca Monte Park, basada en el desarrollo sostenible, a partir de la puesta en valor de los recursos naturales y culturales que caracterizan este espacio y que haría partícipes a los agentes económicos y sociales que lo habitan y a las administraciones con competencia en la materia.
Pretende ser un oferta turística de calidad que se ofrece como una alternativa integrada y sostenible de desarrollo local y empresarial, capaz de articular y de dar sentido a diversas acciones públicas y privadas que, de forma individual, se han ejecutado, están en fase de ejecución o que se desarrollarían en el futuro al amparo de la marca Monte Park, que permita la reactivación de la actividad económica comarcal a partir de una relación directa con el empresariado local. El desarrollo económico de la zona debe enlazar el potencial turístico con un sector servicios bien estructurado y una actividad comercial de calidad, diversificada y diferenciada con el fin de atraer nuevos segmentos de la demanda; que utilice las nuevas tecnologías como canal de información, promoción y comercialización del destino, y que busque la fidelización del cliente.
La propuesta va dirigida inicialmente a captar la atención tanto del turista potencial del medio rural que visita Gran Canaria como del demandante local de excursiones temáticas de alto contenido natural y cultural. Ésta es una tipología turística bien diferenciada que fomenta una actividad turística característica y de calidad, en el marco de un turismo sostenible, en el que la conciencia ecológica y la puesta en valor de los recursos patrimoniales tangibles e intangibles, y científicos, que identifican al Monte Lentiscal, se conviertan en los verdaderos protagonistas.
A diferencia de las grandes aglomeraciones urbanas donde impera lo artificial, este tipo de comunidades poseen características sociales y culturales más armónicas, cargadas de datos donde la figura humana y sus experiencias vivenciales son el eje central. De esta forma, parece más coherente que los elementos intangibles puedan ser tomados en consideración en el momento de definir cuáles son los lugares que tienen más significado para representar el verdadero patrimonio cultural de la comunidad. El ser humano, con su modo y estilo de vida propios, sus diferencias culturales y sociales, circunscrito a su entorno natural es quien caracteriza dicho patrimonio representativo por su propia esencia. Por todo ello, resulta fundamental la participación activa de la comunidad (empresas, administración pública, etc.) desde el comienzo de la planificación de un determinado ámbito territorial como destino turístico, a través de la colaboración técnica y económica.
Partiendo de estos principios se conforma la idea de articular el proyecto empresarial Monte Park, ya esbozado en trabajos anteriores (Rodríguez Socorro, 2004; y Santana Santana, y Rodríguez Socorro, 2006) y que se encuentra aún en fase embrionaria. Surge así la idea inicial de conformar el clúster comarcal Monte Park, constituido hasta el momento por una agrupación de empresarios que buscan dinamizar el área temática del Monte Lentiscal como lugar de visita y de disfrute de todos sus servicios, integrado en su momento por el Hotel Escuela Santa Brígida y el Restaurante Bentayga, que adquieren una relevancia destacada en el proyecto, el Bandama Golf Hotel, el Restaurante, Bodegón y Hotel Rural El Mondalón y el Bodegón Vandama, al que sin duda deberían sumarse otras empresas locales y el propio ayuntamiento. Este clúster empresarial debería orientarse a recuperar, revalorizar e integrar un espacio con recursos infravalorados, pero de indudables valores intrínsecos, puestos al servicio de aquellos visitantes que acuden atraídos por el deseo de disfrutar de las condiciones naturales y de la cultura tradicional que lo singulariza. Su misión sería la de prestar un servicio a través de un producto específico (oferta gastronómica y alojativa, turismo activo, talleres, etc.) en un paisaje donde sus principales atractivos, especialmente el volcán y la caldera de Bandama, el paisaje vitivinícola y el poblado troglodita alfarero de La Atalaya, generan un contexto favorable. Todo ello permitiría, además, rescatar y poner en escena la que se convirtió en la primera excursión turística organizada en Gran Canaria, conocida como “la vuelta al mundo” que, partiendo de la ciudad de Las Palmas, y tras visitar el Museo Canario, se dirigía a La Atalaya, Bandama, las bodegas de El Monte y que incluía una parada en el Restaurante Bentayga y el Hotel Santa Brígida. De ella B. Melland, en 1897, resaltaba que “nadie que desembarque en Las Palmas por una horas debería perderse el coger un carruaje (cuesta 10s para 4 ó 5 personas) y darse una vuelta hasta el Monte y parar en el hotel [Santa Brígida]. Un almuerzo especial será servido para las visitantes” (Melland, 1897). Monte Park pretende recuperar esa imagen turística impulsada por los británicos en el siglo XIX, a través de un producto sostenible de gran valor socio económico no sólo para el municipio de Santa Brígida sino también para la totalidad de la isla de Gran Canaria.
El potencial turístico que ofrece Monte Park en la actualidad proporciona diversas vías de interpretación que van desde la recuperación de las antiguas formas de comprender el turismo, la recuperación de la gastronomía y de su valor como enclave científico, hasta la adaptación a las nuevas demandas con la puesta en marcha de un proyecto global de desarrollo sostenible de su paisaje. Estas nuevas demandas se han de completar con servicios y ofertas turísticas relevantes, siempre acordes a las condiciones que aporta el territorio. Se trata, por tanto, de potenciar y promocionar:
-La oferta turística reducida, individual o de muy pequeños colectivos;
-La utilización de pequeñas infraestructuras, preferiblemente ligadas a espacios naturales de valor ecológico;
-El desarrollo de una alternativa turística que contribuya a sostener los recursos naturales y culturales;
-La oferta que revitalice social y económicamente, valorando la convivencia con las formas de vida y las tradiciones, y
-La oferta de alojamiento y de servicios a través de una gestión local.
Somos conscientes de las riquezas y fortalezas de la zona y su puesta en valor como nuevo producto orientado a recuperar, revalorizar e integrar un espacio con recursos infravalorados hasta el momento, pero de indudables valores intrínsecos (clima excelente, paisaje volcánico diferenciado, cultura vinculada a la actividad vitivinícola junto a un espacio natural rico en especies significativas) destinados a aquellos visitantes que acuden atraídos por el deseo de disfrutar de las condiciones naturales y de la cultura tradicional que lo singulariza. Aunque sin duda lo más importante es conseguir que visitantes internacionales, que en su primer viaje visitan principalmente el sur de la isla, en sus siguientes viajes se conviertan en clientes, mediante una gestión eficaz del destino, ofertando inicialmente rutas como vehículo para captar turistas en destino que den a conocer y pongan en valor la comarca temática.

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V. LA RUTA TEMÁTICA MONTE LENTISCAL


La recuperación de la antigua excursión promovida por el turismo decimonónico de la “Vuelta al Mundo” se podría convertir, redefinida, en el medio vehicular de promoción y dinamización de Monte Park, tanto orientada a la población local como al turismo residente en la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria, pero también a los turistas alojados en el sur de la isla. Para estos últimos podría funcionar, además, como expositor de sus recursos para captar futuros turistas que eligieran El Monte como destino en futuras estancias.
La esencia de la ruta sería la misma: el Volcán y la Cadera de Bandama, los viñedos, los lagares y el vino, y la restauración, pero con una orientación más elaborada con el diseño de cuatro rutas temáticas. En concreto, proponemos la enoruta, la etnoruta, la bioruta y la georuta, a la que se añadiría el golf experience, con visita guiada por el interior del Monte Park, con el propósito de estimular un desarrollo sostenible a partir de la puesta en valor de los recursos naturales y culturales, con el diseño de talleres específicos, que caracterizan este espacio, haciendo partícipes a los agentes económicos y sociales que lo habitan.
En el mercado al que va dirigida, se constata un mayor interés por buscar la autenticidad del destino, el reencuentro con los valores sociales tradicionales y la calidad medioambiental. El turista actual fija con mayor frecuencia un objetivo muy bien definido para su tiempo de vacaciones y el disfrute de su tiempo de ocio.
La propuesta y, como consecuencia, el desarrollo y puesta en marcha del itinerario pretende revertir en la comunidad de dos formas: por un lado, colaborando a la no desaparición de elementos tan importantes como son la cultura alfarera propia del pago de La Atalaya, el Monte Lentiscal como residencia de verano, el volcán de Bandama con sus característicos vinos y el aire puro de las medianías (tan apreciado por los científicos del s. XIX catalogándolo como el mejor clima del mundo) y, por otro lado, contribuir a mitigar los desequilibrios económicos y sociales producidos por el abandono de la actividad artesana de la elaboración de la loza, puesto que se trata de un itinerario marcado con un tema representativo de la identidad local, favoreciendo un sentimiento anclado en la memoria colectiva.
Este producto va especialmente dirigido a aquellos turistas y visitantes que eligen la isla como lugar de descanso, motivados, con frecuencia, por su implicación con la cultura local, teniendo como “actores principales” a la propia población local. En este sentido, el medio físico ambiental es parte del atractivo. Por ejemplo, el itinerario que se propone dentro de lo que es el poblado artesanal de casas cuevas en La Atalaya, mantiene el atractivo que motiva la visita de los turistas puesto que el diseño del mismo garantiza la preservación y conservación del patrimonio significativo de la zona.



CONCLUSIONES


El desarrollo económico de Monte Park debe enlazar el potencial turístico con un sector servicios bien estructurado y una actividad comercial de calidad, diversificada y diferenciada con el fin de atraer nuevos segmentos de la demanda; que utilice las nuevas tecnologías como canal de información, promoción y comercialización del destino; y que busque la fidelización del cliente.
Muchos son los elementos que hacen de nuestro producto ser una apuesta diferenciadora. El simple hecho del papel que ejerce el rescate de la identidad local a través de la puesta en valor de elementos tales como especies vegetales propios del antiguo bosque lentiscal, el contacto directo con elementos vivos de la cultura prehispánica existente en el lugar o elementos sensoriales como el olor del interior de una casa cueva o el sonido que se emite al pisar suelo volcánico, hacen del servicio y producto que ofertamos, algo diferente.
Figura además, la gran oportunidad de dinamización socioeconómica que existe con la puesta en marcha de productos de este estilo donde el fin último y primordial es la puesta en valor de la idiosincrasia del paisaje y la cultura del interior de la isla. Al mismo tiempo, se potenciará la vuelta a actividades primarias tradicionales, imprescindibles para la recuperación y conservación del paisaje.
En contraposición surgen las debilidades y amenazas existentes, como puede ser el deterioro y abandono de determinadas áreas y su correspondiente paisaje. En este sentido el sector de la alfarería ha sido el más castigado, relegándose la producción y la actividad, a pequeños resquicios en familias muy concretas. Como consecuencia de ello, existe un olvido generalizado por parte de la población joven, ya que no está presente ni siquiera en su propia educación, de la idiosincrasia del lugar y que fue puesta en valor por los viajeros, exploradores y curiosos decimonónicos, posicionando el Monte Lentiscal como punto turístico de primer orden, en prácticamente todo el mundo. Finalmente, destacar el deterioro existente entre la variada y diversa infraestructura ligada al sector primario, como son los lagares y bodegas vinculados al cráter de Bandama. Tras el análisis realizado para detectar las ventajas e inconvenientes de posicionar el producto, llegamos a la conclusión que Monte Park redescubre y pone en valor la primera excursión organizada que existió en la isla, volviendo a colocar al interior de la isla en punto neurálgico de un turismo sostenible acorde a las demandas medioambientales actuales.











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