El lunes 10 de Septiembre se cumplen diez años del fallecimiento del polifacetico escritor Pedro Lezcano Montalvo (2002- 2012). El V MEMORIAL PEDRO LEZCANO:Pedro Lezcano>< Pedro García Cabrera: Dos poetas.Un Compromiso que se inicio en el mes de Marzo y que ha recorrido diversos municipios de Gran Canaria a lo largo de estos meses,se centra este mes de septiembre en la figura y obra de Pedro Lezcano con diversos actos que tendrán lugar este mes de septiembre en Santa Brígida ( 10 y 14) y en la Casa Museo de Colón en Las Palmas el lunes 17.
PEDRO LEZCANO, POETA DEL PENSAMIENTO Y EL
SENTIMIENTO
Por
Felipe García Landín

Como intelectual comprometido, su defensa de la democracia le llevó a ser
diputado del Parlamento de Canarias y presidente del Cabildo de Gran Canaria.
Como ciudadano del mundo, estuvo al lado del pueblo Saharaui y siempre levantó
la bandera de la Paz
con mayúsculas, lo que le llevó a un Consejo de Guerra en 1965. Y tuvo tiempo
para ser Maestro de ajedrez y escribir su Cartilla de Ajedrez, un libro
que es cabecera de todos los ajedrecistas. Amante del mar, llegó a batir algún
récord en pesca submarina. Su
pasión por la naturaleza le permitió practicar la micología, materia sobre la
que escribió algunos artículos especializados. Pedro
Lezcano, que había realizado los estudios de Filosofía y Letras, fue impresor,
dibujante, actor y director de teatro, conversador infatigable portador de un
buen humor y socarronería que traslada a algunas páginas de sus libros,
aficionado a la ciencia, fotógrafo, inventor de objetos cotidianos y sobre
todas las cosas una persona honesta y solidaria.
Como escritor manejó con maestría varios géneros. Son de especial altura
sus magníficos Cuentos sin geografía, así como sus relatos Diario de
una mosca y La rebelión de los vegetales. En teatro es obligado
mencionar el drama Desconfianza que obtuvo en 1945 el Premio Nacional de
Teatro, o su obra en verso La ruleta del sur.
Sin embargo, en la memoria de todos está el Pedro Lezcano poeta. Ciertamente,
su obra poética es la más conocida, pues sus versos se han vestido con la
música y las voces de Pedro Guerra, Mestisay, Olga Manzano y Manuel Picón, y
sobre todo porque supo llegar con ellos al corazón de las personas. Desde que en
1.944 apareciera Cinco Poemas, su poesía no ha dejado de recibir elogios
de los críticos y estudiosos de la literatura en consonancia con los lectores
que nunca han abandonado la lectura de sus versos. Participó en 1947 en Antología
Cercada (1947) un poemario en el que sus versos, junto a los de Agustín
Millares, Ventura Doreste, José María Millares y Ángel Johan hicieron historia
en el renacer de la poesía solidaria española posterior a la guerra civil. Su
obra poética se desgrana en libros como Poesía (1945), Romancero
canario (1946), Muriendo dos a dos(1947),Consejo de Paz
(1965), Romances(1972), Biografía poética(1986). Y
en todos ellos aparece su confianza en el hombre, en la verdad y en la belleza.
Lezcano
concebía la poesía entre dos coordenadas yuxtapuestas: la poesía como sondeo en
la esencia de las cosas, como método de conocimiento de estas esencias, y en
segundo lugar, la poesía como vehículo de comunicación con el prójimo, con el
próximo. Lo expresaría con estas palabras: El
poeta se define, por su deber de pronunciar los nombres verdaderos, como un hombre de la resistencia, en medio de esta
dominación demoníaca. Esta es toda mi adhesión a la poesía solidaria,
frívolamente llamada social. Escribir es ya un comportamiento. El aquí y ahora
es todo nuestro mundo, aunque el presagio y la memoria nos deparen la ilusión
de la fuga. Pero no se vive aquí y ahora, no se es contemporáneo por mera
coincidencia vegetativa: ser contemporáneo es una cuestión de conciencia, de
compromiso, añadimos nosotros.
Como escritor fue
distinguido con el Premio Canarias, elegido miembro de la
Academia Canaria de la Lengua, Doctor Honoris
Causa por la Universidad
de Las Palmas de Gran Canaria e Hijo Adoptivo de Gran Canaria, de Santa Brígida
y de Las Palmas de Gran Canaria. El reconocimiento Popular le dio nombre a una
calle y a un centro escolar y su popular monólogo Poema de la maleta
nombra calles en este Archipiélago. Su poesía ha merecido la atención de, entre
otros, Ventura Doreste, Mª Rosa Alonso,
Max Aub, Vicente Aleixandre o Gerardo Diego quien afirmaba que Pedro Lezcano es
de los raros poetas en los que, como
quería Unamuno, siente el pensamiento y piensa el sentimiento.
Efectivamente,
nuestro poeta lleva de manera racional su percepción de la realidad, así como el sentido del obrar humano, a toda su producción literaria que se ve contagiada
de filosofía en la definición que da el DRAE, esto es: su obra nos transmite fortaleza
y serenidad de ánimo para soportar las vicisitudes de la vida. También a él la
escritura le permitirá superar los obstáculos de la vida, desde su nacimiento
marcado por la ausencia de la madre - esta falleció al nacer él- hasta los
últimos años de su vida, marcados por una larga enfermedad y por la muerte que se
llevará antes a su hija. Lezcano es un filósofo y nos
lo reitera en su último poema escrito en 1998, cuatro años antes de su
fallecimiento a modo de testamento poético que recoge las claves de gran parte
de su obra, CRONICA DE MI MUERTE, en el que reflexiona
sobre la vida y la muerte, que es al fin y al cabo lo mismo. Verso a verso,
Lezcano va construyendo una pequeña lección de filosofía, hablando de un tema
que suele ser tabú. La visión es tranquila, sin lamentos, sin desesperación. La
visión de la muerte formando un todo con la vida es una constante en su poesía,
aún en sus años más jóvenes y vitales: «Yo
fui silencio y volveré al silencio» o «Yo declaro mi amor a lo que muere./
Siendo fugaz, no puedo amar lo eterno./ Amar lo eterno sólo es despedirse,/
desesperadamente pasajero» (Conformidad);
En Romance del tiempo leemos
«Merced al tiempo vivimos,! como por él moriremos./ Vivimos porque morimos/...
Vivir es nacer muriendo». La
asociación vida-muerte-vida, las dos caras de la moneda, aparece en toda su
obra: «Y el pequeño lugar que yo ocupaba/
sobre la tierra volverá a estar lleno»... «El polvo es tierra muerta,/ alma de
tierra ingrávida y alígera;/ pero en polvo mortal basta una lágrima/ para que
surja el barro de la vida»... En Retorno, sueña con un
pino, «un arrogante pino» que pueda legarle la sombra, el cayado, la mesa y el
ataúd.
Parece pues evidente
que nuestro autor parte de la idea de que la vida y la muerte es un Todo
formado por los elementos de la naturaleza: Aire, fuego, tierra y agua que son «Los
principios del vivir Pues La vida es volar, arder, / soñar, cantar y
morir». Así, al igual que el poeta y filósofo Empédocles, piensa el poeta que
lo que llamamos vida es sencillamente la capacidad que los elementos tienen de asociarse
y disociarse puesto que nada nace ni muere, nada se crea ni se pierde, nada se
modifica, porque la naturaleza es una mezcla, un todo perfectamente armónico.

Felipe García Landín
IMAGENES ACTOS V MEMORIAL PEDRO LEZCANO
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