sábado, 28 de mayo de 2011

Fallece la escritora tinerfeña María Rosa Alonso a los 101 años

La escritora y ensayista María Rosa Alonso falleció el viernes por la noche a los 101 años de edad en el municipio de Puerto de la Cruz, en Tenerife, .El sepelio de la escritora está previsto para este sábado a las 19.00 horas en la intimidad y sus restos serán esparcidos en Punta del Hidalgo, en el municipio de La Laguna.

"La verdad pura es que, tanto salud corporal, como claridad intelectual, no he poseído nunca a grandes dosis y a estas alturas de mis ya muchos años es decente reconocerlo. Jamás he pretendido haber descubierto la pólvora, que es tradición decir fueron los chinos, hace miles de años, sus descubridores. Mis posibilidades, no mediocres sino medianas, las he puesto al servicio de la gente más o menos valiosa de estas islas, en especial de Tenerife, donde he nacido".



Semblanza

María Rosa Alonso Rodríguez es natural de Tacoronte (Tenerife). Nació el 28 de diciembre del año 1909. Sus primeros años transcurrieron entre Tacoronte y Guamasa donde su madre ejercía el magisterio. Luego se traslada a La Laguna para cursar el bachillerato.

En 1930 publica, en el periódico La Tarde, su primer artículo, que dedica a Emeterio Gutiérrez Albelo, y a partir de esta fecha sus incursiones en la prensa y en revistas especializadas canarias, nacionales e internacionales, han sido muy prolijas.

En 1932 funda el Instituto de Estudios Canarios, en La Laguna, entidad de la que fue propugnadora única según consta en el acta de su fundación. En 1933 marcha a Madrid para continuar sus estudios. Estalla entonces la guerra civil y se ve obligada a interrumpirlos en septiembre de 1936. Pasa la guerra en su Isla y no será hasta el año 1941 cuando obtenga, de nuevo en Madrid, el título de licenciada.

De vuelta a Canarias, en 1942, comienza a impartir clases en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de La Laguna, en donde investiga, escribe y sigue publicando. Prepara su tesis doctoral con los profesores Dámaso Alonso y Entrambasaguas, doctorándose brillantemente en 1948. Un año antes, gana por oposición la adjuntía de Literatura en la Universidad de La Laguna, plaza que desempeñará hasta 1953.

Problemas políticos le obligarán a abandonar la docencia en La Laguna y, en octubre de 1953, emigra a Venezuela. Se instala en Caracas y aquí reparte su tiempo dando clases privadas, escribiendo en la prensa e investigando. En 1958, es designada profesora de Filología Española en la Universidad de los Andes, en Mérida, Venezuela, en donde impartirá clases hasta el año 1967.

En 1968 regresa a Madrid. En la capital de España continúa con sus trabajos de investigación, crítica literaria, artículos en prensa y revistas, y participa activamente en la fundación Politeia, dedicada al fomento y desarrollo de actividades culturales y artísticas. En 1998 volverá definitivamente a la isla de Tenerife donde reside.

María Rosa Alonso ha colaborado con el Museo Canario como miembro corresponsal desde 1939. Con anterioridad, en 1932, había sido premiada por esta entidad, por diversos trabajos juveniles sobre la obra de Viera y Clavijo. Igualmente, es socia de número de la Real Sociedad Económica de Amigos del País de Tenerife, entidad por la que también ha sido galardonada.

Otras Administraciones y entidades la han reconocido y premiado: el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, el Ateneo de La Laguna, el Instituto Canario de la Mujer. Ha recibido el Premio de periodismo "Leoncio Rodríguez" y el Premio Canarias de Literatura (ex aequo).Ha sido distinguida con la Medalla de Bronce de la "Orden 27 de junio" por el Ministerio de Educación de Venezuela; con el Diploma de Honor y la Medalla de Plata por la Universidad de Los Andes (Venezuela). Tiene la Medalla de Oro de la isla de Tenerife; es Miembro de Honor de la Asociación de la Prensa de Santa Cruz de Tenerife; recibió la Espiral 1986 del Centro de la Cultura Popular Canaria. Su nombre figura nominando una calle en los municipios de Santa Cruz de Tenerife y de Ingenio (Gran Canaria). En Tacoronte, el Colegio Público de Enseñanza Infantil y Primaria lleva su nombre y también la Biblioteca del Centro de Profesores de La Laguna.

Fue secretaria y redactora de la revista estudiantil CUADERNOS de la Facultad de Filosofía y Letras de Madrid y también secretaria de la REVISTA DE HISTORIA de la Universidad de La Laguna.


De sus colaboraciones en la prensa destacamos, entre otros muchos, sus artículos sobre Guillén Peraza, Viana, Clavijo y Fajardo, Agustín Espinosa, Juan Ismael, Nicolás y Patricio Estévanez y Murphy, Pérez Galdós, Rodríguez Moure, Viera y Clavijo, Agustín Millares Carlo, Pedro García Cabrera, Tomás Morales, Alonso Quesada, Ángel Guimerá, Félix Francisco Casanova y Óscar Domínguez. Escribió también sobre las escritoras Chona Madera, Carmen Laforet y Pilar Lojendio. Los últimos artículos fueron dedicados a los Iriarte, a Victorina Bridoux y Manzini, Viana y a Cairasco, éste último en el año 2007. Buena parte de ellos han sido recogidos recientemente en una espléndida edición, en dos tomos, titulada Todos los que están fueron, 2008. Es una delicia leer sus artículos en los que junto a la sabiduría y a una amena crítica literaria, se aprecia su honradez profesional y una escritura recia, a veces teñida de coraje y no exenta de cierta gracia, lo que imprime a los textos un carácter muy particular.

Sus trabajos de crítica literaria abarcan tanto el Renacimiento español como el Siglo de Oro, el Romanticismo y el Modernismo. Garcilaso, Quevedo, Bécquer, la generación del 98, Rubén Darío, Nicolás Guillén, Sor Juana Inés de la Cruz. Conoce muy bien la literatura hispanoamericana, puesto que dio clases de esta asignatura en la Universidad de La Laguna y a ella dedica no pocos estudios. En cuanto a la literatura canaria la trata desde sus orígenes hasta nuestros días. Siempre pensó respecto a Canarias que era necesario una revisión y constante investigación, y expresaba: "nuestro pasado está de tal manera plagado de errores, de malas lecturas e interpretaciones gratuitas que resulta difícil, a veces, restablecer la verdad", de ahí su vocación de servicio tan reiterada: "mi deseo ha sido siempre servir de algo para alguien". Pero sus trabajos más celebrados por la crítica son los de Viana, Cairasco, Guillén Peraza, los Iriarte, Viera y Clavijo, Victorina Bridoux, Dulce Mª Loynaz, y los referidos a los escritores de los siglos XIX y XX.

Sus vastos conocimientos la llevaron también a ocuparse del español y de ahí sus ediciones: Apuntes de ortografía española con explicaciones de léxico. Para uso de principiantes. Venezuela, 1966; Apuntes sobre la conjugación española (para principiantes). Venezuela, 1966; Sobre el español que se escribe en Venezuela. Venezuela, 1967.

María Rosa Alonso ha sido mujer sabia que dedico su vida a la docencia y al estudio de la literatura. Su afán ha sido ser útil a los demás, y en particular a la sociedad canaria. En ocasiones, en sus escritos, hace un guiño a los lectores interesados en el tema y llega a pedirles colaboración para que busquen, en algún texto que ha leído y del que no dispone en ese momento que escribe, algún dato, a otros, que mejore lo que ella ha publicado: "bueno será no tocar ya más este trabajo, cuya redacción última doy, si bien obra imperfecta que sí permite ser tocada por otros".

Su desbordante humanidad, su rigor intelectual y su sentido del humor quedan reflejados junto a su sabiduría en estas palabras escritas a sus 99 años: "La verdad pura es que, tanto salud corporal, como claridad intelectual, no he poseído nunca a grandes dosis y a estas alturas de mis ya muchos años es decente reconocerlo. Jamás he pretendido haber descubierto la pólvora, que es tradición decir fueron los chinos, hace miles de años, sus descubridores. Mis posibilidades, no mediocres sino medianas, las he puesto al servicio de la gente más o menos valiosa de estas islas, en especial de Tenerife, donde he nacido


María Rosa Alonso cuenta con el afamado Premio Canarias de literatura, concedido en el año 1987 por el Gobierno regional y su imagen ha sido el eje central de los actos programados con motivo de la celebración del Día de Las Letras Canarias de la edición 2010.


domingo, 15 de mayo de 2011

Pancho Guerra y sus alrededores en la Literatura Canaria del Siglo XX.





Una propuesta didáctica a partir de los Famosos Cuentos de Pepe Monagas de Pancho Guerra, dirigida al alumnado de la asignatura de Lengua y Literatura de Canarias, es el nuevo libro digital de BienMeSabe.org Sirva como aperitivo el texto introductorio de su autor a Monagas somos todos. Enseñanza del español de Canarias a partir de la obra de Pancho Guerra.




La obra de Pancho Guerra camina por Gran Canaria, más que por ningún otro sitio. Concretamente, Las Palmas de Gran Canaria. Pero su estela se extiende, especialmente a partir de infinidad de términos y expresiones -a través de los comportamientos que acompañan esa manera de expresarse-, por todas las islas de Canarias. Consecuentemente con lo que decía, coherentemente a lo que planteaba, la obra de Pancho Guerra irradia desde la isla en que nació y desde la que referenció literariamente, pero su amplio espectro significativo aúna, en buena medida, todas las Canarias.


http://www.bienmesabe.org/noticia/2011/Mayo/pancho-guerra-y-sus-alrededores-en-la-literatura-canaria-del-siglo-xx

Resulta curioso que, siendo la literatura canaria del siglo XX la más amplia cuantitativamente en obras y autores, apenas haya habido opciones estéticas que se pudieran llamar regionalistas, entendido el término como lo significaron los artistas vanguardistas canarios allá por las décadas del veinte y del treinta del recientemente traspasado siglo.

En ningún caso este hecho nos puede llevar a pensar que las estéticas literarias isleñas del siglo XX apenas se hayan parado en su quehacer a reflexionar sobre la identidad y la amplia y compleja realidad que entrañan los habitantes del Archipiélago. Todo lo contrario: si hay algo que vertebra nuestra literatura es precisamente, como tanto ha escrito Eugenio Padorno, el reflexionar sobre la propia identidad. Habría que pensar que el discurso sobre lo propio, sobre lo que han sido, son y podrán ser los canarios tiene multiplicidad de lecturas, por tanto, de opciones artísticas; y, en nuestro caso literario concreto, de maneras de escribir.

Si nos detenemos un poco en lo dicho por la crítica literaria canaria veremos que, mayormente, ya desde las primeras décadas del XX, la diana de alabanza de sus comentarios no apuntaba hacia obras de corte regional. Un crítico tan preocupado por la tradición literaria canaria como Juan Manuel Trujillo revela una opinión claramente negativa sobre el Regionalismo del siglo anterior, es decir, el del XIX canario. Son precisamente ellos, los críticos de la vanguardia, los que instauran una idea totalmente despreciativa, más o menos generalizada, alrededor del Regionalismo. A partir de estos es muy común escuchar todo tipo de comentarios, con todo tipo de argumentos, que minusvaloran esta opción. El interrogante sería si acaso esas razones o sinrazones que se dan como Verdad Suprema sobre la literatura regional responden a un análisis más o menos profundo del asunto; o, simplemente -y utilizando un parecido proceder al que se da cuando se habla de este tipo de textos-, son palabras que se transmiten al modo de la habladuría, al son de los postulados canónicos de la teoría literaria canaria al uso, sin poner mayor atención en el asunto tratado.

Lo regional, por ello, ha sido vilipendiado sistemáticamente con calificativos de menosprecio. Forma parte -dicen- de lo folclórico, de lo costumbrista, de la literatura menor, de lo anecdótico… de todo lo que se aleja de eso que se hace llamar la Alta Cultura. Pero ¿realmente nos hemos adentrado en estos textos? ¿Hemos abierto nuestras herméticas entrañas en algún momento y nos hemos puesto a escuchar su tono y sus transmisiones de todo rango?

Creemos aquí que no. Sorpresivo puede ser para tantos el volver a hacer una lectura de las obras, por ejemplo, de los hermanos Millares Cubas. Asombroso, sin duda, caminar crónica a crónica por Alonso Quesada. Y qué decir de aquel que casi ha sido escondido por su célebre Monagas representado, Pancho Guerra. Hablamos de tres casos paradigmáticos en relación al tema tratado.

Pensar que la tendencia artística llamada Regionalismo, o Costumbrismo, es la única y mejor manera de transmitir la identidad de un pueblo es tan incorrecto como expresar que tal corriente responde a un tipo de literatura insignificante.

De los Millares Cubas se suele decir que tuvieron su importancia en el momento en que escribieron. Poco más. Lo de Alonso Quesada es más sangrante pues, si su obra se considera una de las más significativas en la literatura contemporánea canaria e hispánica, casi que no tiene cabida en esa valoración la faceta de escritor regional y costumbrista capaz de transmitir, de una forma asombrosa, la sociedad grancanaria, más bien urbana, de principios del XX.

La obra de Pancho Guerra, evidentemente, sigue esta estela escritural del Quesada menos atendido. Si, para más inri, se añade la popularidad, por diferentes motivos, de su personaje Pepe Monagas, obtenemos que, al parecer, todo lo que gusta e identifica a la gran mayoría está negado a obtener el aprobado de la crítica literaria de Alta Cultura. ¿Por qué será? ¿Debemos aceptar, pasivos, que esto es así y sólo así? En absoluto.

Lo primero que hay que decir es que la literatura de Pancho Guerra se inserta en uno de los posibles caminos que nuestros escritores han tomado a la hora de llevar a cabo sus obras literarias. Una opción, por tanto. Ni la mejor ni la peor; ni la más fiel a lo canario ni la menos adecuada: una más.

Otra cuestión es el tema de la universalidad o no de esta literatura. La filosofía contemporánea, tan encarnada en la historia y lo histórico, ha ido dejando claro que no existe hecho humano al margen de la concreción circunstancial desde la que emerge. En este sentido, lo regional en literatura vendría a ser algo así como la conciencia evidente y sin ocultamientos de saberse, junto a la individualidad de cada persona, en un cauce que nos acerca a una comunidad de seres humanos relacionados por una historia que perfila una identidad determinada; cambiante, pero con siluetas más o menos concretas. Así, lo regional en literatura sería uno de los máximos ejemplos de conciencia literaria que reconoce su apego a un contexto cultural que, por diferentes motivos, no quiere ser olvidado. Sería a partir de este acto creativo que encarna a su manera una realidad, desde donde debe ser entendida la obra literaria regionalista.

En conclusión: ¿responde el término regional a la realidad que se pretende explicar? Lo digo porque, desde la premisa expuesta anteriormente, no existe literatura que no sea regional si estamos de acuerdo en que, desde un punto de vista filosófico, toda creación es parida desde unas circunstancias personales que se relacionan, evidentemente, con las circunstancias sociales, económicas, geográficas, culturales… de la comunidad a la que se ha pertenecido o se pertenece. El asunto puede ser más complejo en algunos casos concretos, pero no cabe duda de que el resultado literario siempre estará teñido de la concreta circunstancialidad desde la que ha nacido; que es aquella desde la que el autor, por variados motivos, conscientes o inconscientes, ha querido hacer hincapié o dejar ver en sus resultados literarios.

Ya decía que, en la literatura canaria, la obra de Pancho Guerra es una de las más representativas dentro de esta corriente de escritura determinada. Quizás donde más se hayan parado los comentaristas de su obra (sospechosamente no muchos, por cierto) sea en los aspectos lingüísticos, que son altamente significativos. No en vano la autoría de su Contribución al Léxico de Gran Canaria pone sobre la mesa la consciencia que nuestro autor tenía, con todos los matices que se quieran, de la importancia de la expresión lingüística y sus particularidades dialectales en la identidad de una cultura. Y qué decir de todo el arsenal lingüístico que aparece en sus cuentos literarios.


También tenemos en sus escritos una clara conciencia, a partir del lenguaje, de un humor, de un tono y una fraseología propios de Canarias que, al lado de otros aspectos, hacen de su literatura un valiosísimo testimonio de las formas de ser de buena parte de nosotros y nosotras, de ayer y de hoy, en una línea muy similar -ya lo decíamos- al Alonso Quesada de las Crónicas de la ciudad y de la noche. Por tanto, además, son documentos etnográficos de un valor histórico incalculable, pero más cuando se nos presentan todavía en la actualidad como identificativos, en un relativo porcentaje, de esa manera no ya sólo de expresarse, sino también -pues todo va unido- de ser de gran parte de los canarios y de las canarias.

La obra de Pancho Guerra camina por Gran Canaria, más que por ningún otro sitio. Concretamente, Las Palmas de Gran Canaria. Pero su estela se extiende, especialmente a partir de infinidad de términos y expresiones -a través de los comportamientos que acompañan esa manera de expresarse-, por todas las islas de Canarias. Consecuentemente con lo que decía, coherentemente a lo que planteaba, la obra de Pancho Guerra irradia desde la isla en que nació y desde la que referenció literariamente, pero su amplio espectro significativo aúna, en buena medida, todas las Canarias.

La literatura de un autor es un todo. Y lo que escuetamente aquí se ha dicho con anterioridad engloba los valores literarios de la escritura de Pancho Guerra. Rastrear en sus obras es adentrarse, desde la particularidad que encarnan sus textos, en la vida de la comunidad cultural canaria. No la mejor forma; no la peor. Sino una manera diferente. Cercana a unas estéticas; más alejada de otras. Pero tan válida como cualquiera. Otra cosa sería, claro está, la inclinación y el gusto personales de cada uno.


A pesar de que se ha empezado a hacer algo en los actos conmemorativos del primer centenario del nacimiento del autor, la crítica literaria canaria está por descubrir aún la obra de Pancho Guerra. El silencio y la opinión simplista que la rodean son altamente sospechosos. No existe la Obra (la mayúscula no es inocente) que sea reflejo de la totalidad de lo canario. Existen obras (con minúscula) que forman parte del itinerario amplio de la identidad: todas ellas, con mayor o menor acierto, colaboran en el discurso total que más o menos nos identifica. Nada tiene que ver, en principio, la estética de Tomás Morales con la de Juan Jiménez; poco se enlazan, a priori, la de Cairasco de Figueroa y Agustín Espinosa. Pero hay una realidad en sus obras nombrada Canarias que, con conciencia o sin ella, hermana las creaciones de todos ellos. La de Pancho Guerra, diferente también, se hace sonar poco a poco y espera, paciente y socarronamente, a veces tristemente, que se le dé al menos la no poca significación que tiene.

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domingo, 8 de mayo de 2011

Ampliación Horarios Linea 323 de Global: San Mateo- Santa Brígida- Universidad- Hospital Dr.Negrin-Santa Catalina.

Este Lunes 9 comenzará la ampliación de horarios de la línea 323 de GLOBAL :SAN MATEO-SANTA BRIGIDA-UNIVERSIDAD-I.E.S FELO MONZON-HOSPITAL Dr. NEGRÍN-SANTA CATALINA Y RETORNO.

Se amplían los horarios de mañana y mediodía para atender la demanda de los usuarios al Hospital Dr. Negrín y la salida de los alumnos del I.E.S Felo Monzón.
El director de la Autoridad Única del Transporte de Gran Canaria Wenceslao Berriel, ha anunciado la ampliación de horarios de la línea 323 “ para atender la demanda de las personas que se trasladan para consultas al Hospital Dr. Negrín y de los alumnos de San Mateo y Santa Brígida del I.E.S Felo Monzón en Lomo Blanco. Estos nuevos horarios comenzarán a funcionar este lunes 9 de Mayo".

La Línea 323 con horarios de lunes a viernes se puso en funcionamiento en 2009 dentro del Plan de Mejoras del Transporte Público para las Medianías del Centro de Gran Canaria, impulsado por el Consejero de Transportes del Cabildo de Gran Canaria Román Rodríguez ;la puesta en marcha, el pasado día 2, del Taxi Guagua de Santa Brígida a San Mateo por Lomo Espino y la Solana y la mejora de las actuales paradas e instalación de más de 25 nuevas marquesinas en Junio y Julio son algunas de las iniciativas que pretenden “mejorar la movilidad de los ciudadanos, ofreciendo un servicio público, más cómodo, rápido y económico”,manifesto Román Rodríguez.

Esta propuesta de mejora de los horarios de la linea 323 se ha realizado atendiendo a las demandas de los usuarios por parte de la AUTGC y Global consiguiendo que las mismas sean una realidad a partir de este lunes 9.

domingo, 1 de mayo de 2011

El Festival ‘Invasión Circense’ inunda de sonrisas Las Palmas de Gran Canaria y Santa Brígida.






El certamen se incluye entre los actos programados por la capital grancanaria en el marco de su candidatura a Capital Europea de la Cultura 2016

La quinta edición de este Festival de Circo y Artes Escénicas programa entre el 2 y el 11 de mayo 38 espectáculos para rendir homenaje al circo en Canarias y Europa
Más de quince compañías canarias, nacionales e internacionales alegrarán las calles y plazas de los cinco distritos de Las Palmas de Gran Canaria y Santa Brígida con espectáculos itinerantes, números de acrobacias, clown, malabares y telas


La Escuela de Circo, instalada en la Casa de la Juventud de Ciudad Alta, la Caravana Solidaria de Payaso, documentales, cursos, talleres y una mesa redonda y de experiencias complementan la oferta de actos programados